El año 2100 puede parecer lejano, pero nuestras decisiones actuales están moldeando ese futuro. ¿Cómo será la vida si seguimos ignorando los signos de la Tierra?

Un planeta en crisis

Temperaturas extremas:

Veranos abrasadores con temperaturas superiores a los 50°C en varias regiones.

Invierno reducido o inexistente en muchas partes del mundo.

Océanos desbordados:

Ciudades costeras como Venecia, Nueva York y Bangkok bajo el agua.

Mil millones de personas desplazadas debido al aumento del nivel del mar.

Escasez de recursos:

Acceso limitado al agua potable y alimentos básicos.

Competencia entre países por recursos naturales.

Adaptaciones humanas

Tecnología extrema:

Ciudades flotantes y autosuficientes.

Ropa tecnológica diseñada para adaptarse a climas extremos.

Modificación genética:

Plantas resistentes a condiciones climáticas extremas.

Humanos adaptados genéticamente a temperaturas más altas.

Nuevos hábitats:

Colonización de otros planetas como Marte.

Refugios subterráneos para protegerse de radiación y calor.

¿Qué podemos hacer para evitar este escenario?

Inversiones en sostenibilidad:

Cambio a energías renovables y reducción de emisiones.

Educación y concienciación:

Enseñar sobre el impacto del cambio climático desde edades tempranas.

Cooperación global:

Unir esfuerzos internacionales para abordar la crisis climática.

El futuro está en nuestras manos. Si actuamos hoy, podemos evitar que el mundo de 2100 sea un lugar inhóspito para vivir.